sábado, 4 de mayo de 2013

Motivos

No es que me tape los ojos
a la realidad del espejo,
ni el autoengaño sea
la bandera que ondeo,
ni es por ella, la que araña
el libro que compartimos.

Ni son mis pilares
falsos testigos
para sujetar el mundo
que pende del hilo.

¡bah!, no es nada de eso,
la verdad es más simple,
es por el faro de casi dos metros
que no me importa ser el ángel
que mira y olvida.



Nota mental:
Las justificaciones , los motivos internos que nos damos para seguir viviendo una realidad  determinada, son tantos y , a veces,  tan absurdos que están obligados a reciclarse, casi, diariamente.

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