La ley de los contrarios
Que yo diga noche no importa
si, al final, no llega el día.
Es, en el opuesto del nombre,
donde se embellecen contrarios,
ahí nació el pigmento
de lo negro y de lo blanco.
Para que comprendas el charco
debe de haber dos orillas,
como el norte y el sur existen
cuando se pintan sus bordes.
Espero que ahora comprendas,
que yo diga resistir no importa
si, al final, me rindo ante tu belleza.
Nota mental:
Siempre tiene que existir un opuesto para que pueda nacer su contrario
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