No saltaré la valla
de los caminos privados,
ni abriré la verja
de la casa del este,
no prenderé más el fuego
de lo que fueron las letras
y su camino de hormigas
para llegar a mi esencia.
Así me enseñaron,
que en la rectitud
están los principios.
Pero yo hoy,
me arrancaría el vestido y correría salvaje
y desnuda,
por los campos de trigo,
a buscarte,
y gritar un atajo,
para hacerte perder los valores,
agarrarte del pelo
y devorar lo vivo hasta hacerte un muerto.
Y ya sin pálpito,
sin objetivo,
defraudada de mí,
acallada la pulsión de mi estómago,
muerta contigo,
volvería a creer en los principios
sabiendo que ya,
por no estar,
habrá olvido.
Nota mental:
Esqueleto de principios y una verdad que apremia a saltarlos. Conflicto.
Qué necesario es romper líneas,lamer curvas,buscar lo inaúdito.
ResponderEliminarSí Pedro, en ocasiones, sólo con romper....es suficiente. Liberarse. Un besote!.
EliminarSomos contradicción pura. Y es tan bonito que así sea...
ResponderEliminarIgual es para que la vida no sea tan aburrida, ¿no?
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