Cuando te miro, tranquilo, leyendo
yo sólo quiero
coger tu libro
doblar la esquina de esa hoja,
cerrarlo,
y apoyar mi cuerpo,
en el atril de tus manos
abierto,
y que tú,
yo sólo quiero
coger tu libro
doblar la esquina de esa hoja,
cerrarlo,
y apoyar mi cuerpo,
en el atril de tus manos
abierto,
y que tú,
sigas leyendo.
Tan delicioso...
ResponderEliminarTan bonito leer...
Eliminarque ese libro no termine nunca.
ResponderEliminarme encantó.
Eso, eso, David, que nunca termine su lectura.
EliminarGracias!