jueves, 7 de noviembre de 2013

Troquelada

Casi a tres pasos de ti me dije,
al tiempo que sentí tu ausencia,
-un abismo bordea mi periferia-.






2 comentarios:

  1. ¡Qué dureza la de esos abismos de ausencia! ¿Hay receta para saltarlos y salir indemnes?

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  2. Pasan los años y con ellos, las experiencias. Y las sensaciones, las vas reconociendo. Esto no mitiga la intensidad con la que las vuelves a vivir pero, ese tiempo vivido, nos dota como de una especie de cinturón de herramientas que atado a la cadera, nos permite ir utilizando una u otra para ayudarnos a ver las cosas desde una posición más sana, más constructiva.

    Hay ausencias que nos permiten ir conociéndonos. Esto también es interesante.

    Un beso, bella.

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