La voz ajena anima para que sea sonrisas
y la madre dice – hija, siempre te estás riendo-.
y la madre dice – hija, siempre te estás riendo-.
Si fuera valiente, le diría a esa madre
que no tema,
que las lágrimas nacen para apagar tristezas.
que no tema,
que las lágrimas nacen para apagar tristezas.
Con la voz seré sincera,
le pediré que se calle
y me ame con mis manantiales.
le pediré que se calle
y me ame con mis manantiales.
Nota mental:
La alegría y la tristeza forma parte de nuestra condición. No es bueno negar a sus representantes externos, la sonrisa y la lágrima, ambos conviven en nuestro universo íntimo. La misma emoción que los provoca, es efímera y tenerlo presente ayuda a disfrutar de la risa y a sobrellevar unas lágrimas porque, al final, todo pasa.
Un universo completo, redondo, lleno de emociones, vibrante
ResponderEliminarEso: un universo.
ResponderEliminarBeso grande!.