miércoles, 12 de febrero de 2014

Yo soy universo


La voz ajena anima para que sea sonrisas
y la madre dice – hija, siempre te estás riendo-.
Si fuera valiente, le diría a esa madre
que no tema,
que las lágrimas nacen para apagar tristezas.
Con la voz seré sincera,
le pediré que se calle
y me ame con mis manantiales.


Nota mental: 
La alegría y la tristeza forma parte de nuestra condición. No es bueno negar a sus representantes externos, la sonrisa y la lágrima, ambos conviven en nuestro universo íntimo. La misma emoción que los provoca, es efímera y tenerlo presente ayuda a disfrutar de la risa y a sobrellevar unas lágrimas porque, al final, todo pasa. 

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