Sé situar mi cuerpo tumbado,
flotando sobre otro,
justo a una parada del roce
como en una suerte de espejos.
Enjaular las respiraciones
entre dos centímetros de distancia
y no distinguir si eres tú quien inspira
o soy yo quien exhala.
Sé perseguir la reacción de las pieles
al desactivar la ingravidez que te hablo
y caer, pegándome como recubrimiento,
a la simétrica de tu cuerpo.
Te lo dije,
domino el arte de volar.
flotando sobre otro,
justo a una parada del roce
como en una suerte de espejos.
Enjaular las respiraciones
entre dos centímetros de distancia
y no distinguir si eres tú quien inspira
o soy yo quien exhala.
Sé perseguir la reacción de las pieles
al desactivar la ingravidez que te hablo
y caer, pegándome como recubrimiento,
a la simétrica de tu cuerpo.
Te lo dije,
domino el arte de volar.
Imagen de autor desconocido
Saber volar y hacer volar. Qué poema más elevado.Magnífico, añoro ser pájaro y el aire que va de verso a verso.
ResponderEliminarYo también quisiera ser pájaro, dejarme mecer por el viento.
EliminarUn beso Pedro!.
Volar es fácil, mantener el vuelo... Esa es la cuestión ;o)
ResponderEliminarMe encanta el poema
Moni.
Qué razón tienes Moni... aunque... yo vuelo siempre que te escucho cantar (y hasta con los ojos cerrados!) ☺. Ve afinando la voz, mi proyecto sigue en marcha!.
Eliminar¡¡Besos hasta el infinito!!!