sólo fue un día,
en el que mezclamos salivas,
en el que el mar salinizó nuestros ojos
y en el que el cuerno de búfalo
sostuvo el gotero por el que nos pasó la vida.
Sólo un día en el que,
con sopa de letras,
buscamos vivencias y nos tatuamos
la huella gloriosa de nuestra existencia.
Si me remonto al encuentro,
deseo que tu estrella dorada
me apunte de nuevo.
Nota mental:
Un encuentro, un fogonazo, una vivencia gemelar .
Profundidad para el recuerdo.
hay recuerdos de un sólo día que hacen que el tren de la memoria aminore la marcha, eso te permite disfrutar del paisaje mientras espera de que se detenga de nuevo en el reloj de esa vieja estación iluminada por las estrellas.
ResponderEliminarabrazo.
Y qué preciosidad ver esos recuerdos en cámara lenta....bellos, como tus comentarios.
ResponderEliminarUn beso David y gracias por visitarme.