lunes, 3 de febrero de 2014

Mudas

Ya son quince,
las caídas de gabardinas
que guardaban mi esqueleto.
Mudamos en cada cosecha,
de forma lenta, inconsciente,
como el desabrochar pausado
los botones de mi camisa,
cuando, frente al espejo,
voy descubriendo
la desnudez de mi cuerpo.
Es un parirse de nuevo
en un tiempo impreciso,
un renacer desde dentro
cuando sentí la vida caduca.
Siempre espera una nueva piel,
un traje que cubrirá,
la nueva forma en la que mudo.



Nota mental:
Poema seleccionado en la antología "Anónimos 2.2." (2014)
¡Gracias!

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