jueves, 24 de octubre de 2013

Disculpa que no te salude

Si mañana me despierto
y te encuentro,
por sorpresa,
a mi lado
disculpa que no te salude,

que sólo acertaré a acariciar,
en silencio,
tu contorno,
con la yema de mi dedo.






2 comentarios:

  1. Un despertar precioso ese de la yema repasando un contorno

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  2. Hay gestos que pueden hacer encumbrar el momento, sin necesidad de palabras. Me imaginé que éste, podría ser uno de ellos.

    Un beso, bella.

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