miércoles, 23 de octubre de 2013

Muerte por combustión

La tiranía de tu boca
hace que todo arda.
Se queman los dulces paseos
entre campos de naranjos,
los poderosos baños en Iguazú,
los senderos que dejamos en las Rocosas,
y hasta los corales finos de Australia.
Un fuego dragón que aniquila,
hasta la memoria del alma.

Nota mental:
Yo era una nube cargada de algodón blanco, pero me llené de lluvia y tuve que llover. 

4 comentarios:

  1. Bendito incendio.Bendito poema.Bendito este calor.

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  2. El teléfono de los bomberos era el 01?...... :-)

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  3. ¡Qué preciosidad tanto fuego!!!!. Y sí, a veces hay que llover ):-

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    1. Llover para apagar incendios, quore...
      El fuego, fuera de control, es nocivo.
      Saludos bella!

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