martes, 19 de agosto de 2014

Constructo

Pararme en un punto y hablar de él.

Hablar hasta saciarlo,
hasta hallar el peso de su molécula.


Hablar, a ser posible,
hasta completar su aforo,
hasta que la lengua sea una lija
y no quede saliva para el sello.


Hablar

y dejar vacío el vocabulario
o agotar sus definiciones.


Hablar y hablar.


Puede que así
comprenda donde estoy parada
y sepa de qué estoy hablando.




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