Al azar no se le escapa el deseo,
y la justicia viene empujando al acto.
Abro, con la mirada al cielo, todas las posibilidades:
la zona en la que pienso,
el lugar desde el que mi cuerpo habla,
un espacio en el que siento.
Y esperan llenarse de tanta verdad
que borre el almacén pasado.
No dejé testigos para mi historia,
creí cerrar todas las compuertas
creí cerrar todas las compuertas
sin embargo,
salgo de la sordera de años
volviendo a escuchar
“ven, que yo te daré cobijo”.
salgo de la sordera de años
volviendo a escuchar
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