Otra misión bifurca el camino del entusiasta.
Aunque a estas alturas del podio
nada debería sorprenderme,
ya había calculado la probabilidad
de dar a luz en la casa donde todo es luz.
Acepté a las matemáticas como lenguaje del universo
pero quizá sea una carta astral la que dicta mi rumbo,
en cualquier caso,
ya pienso en cajas y libros,
en despedidas y agradecimientos.
Al otro lado del bulevar,
me espera el desconcierto.
Y quiero creer
que, desde mi inicio,
estuve preparándome para esto.
Nota mental:
"Siempre acabamos llegando a donde nos esperan" - J.Saramago.
que la luz sea intensa y limpia.
ResponderEliminarabrazos del corazón y sonrisillas, muchas sonrisillas.
:****. :))
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