Descalzos,
fuimos a conquistar un castillo
cuando los colores rompían
en el lienzo de la mañana.
fuimos a conquistar un castillo
cuando los colores rompían
en el lienzo de la mañana.
El viento te daba en la cara
y a mí, me dibujaba volantes
en la punta de mis cabellos.
y a mí, me dibujaba volantes
en la punta de mis cabellos.
Avanzamos,
entre la lluvia,
como dos continentes
unidos por el istmo de nuestras manos,
formando como un columpio
por el que bailaban enanos y hadas.
entre la lluvia,
como dos continentes
unidos por el istmo de nuestras manos,
formando como un columpio
por el que bailaban enanos y hadas.
Créditos:
Castillo: tu castillo
Mañana: tu mañana
Viento: tu viento
Lluvia: tu lluvia
Mano uno: tu mano
Mano dos: mi mano
Hadas y enanos: los tuyos
Idea: tu idea.
Música: Bon Iver
...
Conclusión: un poema que casi no es mío
Sumum de belleza, Luz.
ResponderEliminarCómo gozo con tu poesía.
ResponderEliminarAhí, estamos empatados, Pedro.
EliminarGracias Pedro, pero... creo que he tenido que ver poco con este poema, ..... :-) . En cualquier caso, que gozo que goces!!!!!.
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